Todos hemos vivido situaciones telefónicas en las que tenemos que deletrear un nombre o una dirección, sobre todo en el mundo laboral.
Por ejemplo, si tuviéramos que deletrear PÉREZ, diríamos algo así como P de Pamplona, E de España, R de Rumanía, E de España de nuevo, Z de zapato (o cualquier cosa que se nos pase por la cabeza).Existe la tendencia de utilizar ciudades para aclarar al interlocutor de qué letra se trata.
Sin embargo en Alemania se emplean nombres propios. Existe un código común que todo el mundo utiliza (claro, quien lo conoce). Aquellos que no conocemos dicho código, utilizamos ciudades, países, marcas de electrodomésticos o lo que haga falta para que nos entiendan.
Así que si alguna vez un alemán al teléfono os pregunta ¿Bertha?, en realidad no os está preguntando por vuestro nombre, sino si la palabra que estáis deletreando contiene una B.