miércoles, 13 de octubre de 2010

¡Zapatos fuera!

En muchos países del norte de Europa existe la costumbre de descalzarse cuando se entra en casa ajena. Antes de establecer mi residencia en la capital bávara, pensaba que se trataba de una costumbre japonesa, pero estaba muy equivocada.

La idea es buena; teniendo en cuenta que en estos países llueve y nieva gran parte del año, dejar los zapatos fuera de casa hace que el suelo se conserve en mejor estado. Pero cuando dicho suelo está congelado como un glaciar, obsequias a tus invitados con una pulmonía o al menos con un constipado pasajero.Yo suelo tener los pies helados incluso cuando llevo calcetines gordos, así que a veces sufro y he de utilizar la técnica que yo denomino, "técnica de la bailarina", que consiste en poner los pies un poco de puntillas para no entrar en contacto con el gélido suelo.

Para solucionar este problema se inventaron las Gästepantoffeln, unas zapatillas de suela fina como las que regalan en los hoteles, que prestas a tus invitados para que no anden descalzos por casa. Aquí surge un dilema, ya que hay gente que jamás se pondría zapatillas que han sido usadas por otra gente. Respeto su decisión. Además, cuando se celebra una fiesta, no suele haber zapatillas disponibles para todos los invitados. ¿Qué se hace en este caso?¿Se sortean?

Por todo esto, resulta un poco difícil adaptarse a la costumbre local y pedir a tus visitantes que se quiten los zapatos en la puerta. Los fans de Sexo en Nueva York recordaréis aquel capítulo en el que a Carrie le roban unos zapatos carísimos en una fiesta, al dejarlos en la entrada junto al calzado de los demás invitados. Estas situaciones no se plantean en la vida real, pero resulta divertido imaginar una situación así como consecuencia de descalzarse en una fiesta.

4 comentarios:

Sara dijo...

Joooooo tu blog me pone muy melancólica...!!!echo de menos Alemaniaaaaa!!!!!!!!quiero volver!!!!!!!!!!!!!!!!!
Esta gente tiene manías la leche de raras, ya me pasó la primera vez que fui a casa de los padres de Michi, que nadie me dijo que me tenía que quitar los zapatos, y ahí que pasé yo tan pancha, nunca olvidaré sus miradas......... Yo con esta familia no hago más que meter la pata :P
Un besín y pásalo bien!!

Anónimo dijo...

Hola ali, a ver que creo que tengo cinco minutos.
Si lo de descalzarse a la entrada de casa lo veo muy bien sobre todo por el motivo que tú misma mencionas de no ensuciar los suelos... que luego hay que limpiar mucho y es peor.
Ahora bien tu deja un par de zapatos en tu puerta aki en estas latitudes, en nuestra tierra, aunque lo hiciesemos por el mismo motivo de no encharcar, ensuciar, meter la nieve en casa etc.. y haber cuanto te duran en la puerta, jajajajaj. Te digo lo de siempre es cultural y educacional, y aki nos tendrian que dar de palos para que nos entrase en la cabeza como diria el refrán: la letra con sangre entra. Jjajajja.
De todas formas a mi tb me choco mucho la primera vez, .. pero como me encanta estar descalza y alli los suelos estan calentitos... aunque tú no opines lo mismo, pues yo tan feliz como una perdiz. Más le costo a otro que tú sabes.

Besos miles a los dos

tere dijo...

Hola ali, no se que ocurre con mis claves, pero supongo que con lo lista que eres mi niña habrás intuido que la del anónimo anterior a esto soy yo : tere , desde madrid , spain.

besos

Anónimo dijo...

Hola Ali!! Soy Marga.
Y digo yo, si la cuestión de descalzarse en sí es por no manchar el suelo o no mojarlo de agua de lluvia o nieve, una de dos, o que triunfe el suelo radiante o, no sería tan sencillo como poner alfombras???