Máster de reciclaje

La cultura del reciclaje forma parte de la sociedad alemana. La basura se separa de forma minuciosa. No hablo tan sólo de separar el vidrio, el plástico y el papel. En este país cada desecho tiene su lugar. Al principio resulta muy complicado saber dónde se deposita cada residuo. ¿Qué se considera orgánico y qué desechos son inorgánicos? ¿Por qué los posos de café se depositan en un sitio y la cáscara de plátano en otro?

También resulta curioso para un extranjero el concepto de Pfand, un depósito que se paga cuando se compra botellas de plástico o de vidrio. El dinero del depósito se recibe cuando se devuelven las botellas vacías. Es un buen sistema para obligar a los ciudadanos a reciclar. Si nos "quitan" dinero, nos resultará más fácil recordar que debemos reciclar para recuperar ese dinero. El símbolo que muestra la foto de esta entrada, significa que hemos pagado un "dinerillo extra" por la botella y que debemos llevarla al supermercado para recuperarlo.

Los alemanes están realmente concienciados de que reciclar es un asunto de todos, por este motivo también las bolsas de plástico se reutilizan. En todos los supermercados se ha de pagar las bolsas que se utilizan para transportar la compra, de modo que los clientes utilizan todo tipo de enseres para evitar ese gasto: mochilas, cajas de cartón donde se almacenan los bricks de leche, cajas de plástico desmontables o el propio bolso, son lugares válidos para llevar la compra. Cuando por el motivo que sea, no tienes más remedio que comprar una bolsa de plástico, te sientes fatal, como si de repente el calentamiento global, la desertización y la desaparición de especies fueran consecuencia de tus actos. Sí, reciclar es un asunto de todos...

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